Mucho se habla del Hilo de Escocia, pero pocas personas saben lo que realmente significa. No podemos hablar de Hilo de Escocia sin antes hablar del algodón, ya que es la base que da el origen a esta denominación.

¿De dónde viene este algodón?

De algodones hay de muchas procedencia. Los más habituales y económicos suelen ser de procedencia asiática. Le siguen los americanos (con una mayor cualidad-calidad) y después aquellos algodones de excelencia, que por la largura, brillo, sedosidad y finura de sus fibras, solo pueden ser producidos en lugares muy determinados como el norte de Perú y Egipto.

Los algodones que producen este tipo de fibra larga y extra larga necesitan de una climatología muy especial, y Egipto presenta este tipo de clima.

El río Nilo, en una determinada época del año, sufre un gran crecimiento de agua. Esto ocasiona la inundación de las tierras que conforman su ribera. Y cuando estas aguas vuelven a su cauce natural, la tierra se vuelve muy fértil, dejando un limo de color negro. Es de ahí de donde surge el nombre de Kemet -Tierra Negra-, en el cual serán plantadas las semillas de algodón Gossipium Barbarense.

Estas semillas, procedentes en un principio de Arizona (Sea Islan), fueron llevadas al norte de Perú, dónde recibieron el nombre de “PIMA”.

Fue en el año 1867 que un señor francés llamado Jumel llevó la semilla de este algodón de Perú a Egipto. Allí adoptó la denominación que hoy en día conocemos como “GIZA”. Y por eso, al algodón egipcio también se le suele llamar “Algodón Jumel”.

¿Cuándo podemos decir que el algodón es mercerizado?

Solo cuando la fibra de algodón ha pasado por una serie de largos procesos en la hilatura, será convertida en hilo. Y solo aquellos hilos que por sus fibras largas y extra largas hayan pasado por los procesos de retorcido a dos cabos, peinado y gaseado, podrán ser mercerizados.

El proceso de mercerización fue desarrollado por el Inglés John Mercer en el año 1844 (de allí proviene su nombre). Consiste en pasar este hilo ya preparado como hemos explicado, en un baño de sosa caustica (Hidróxido de sodio). Luego, a través de un fuerte estiraje del hilo, modificar la forma de las fibras y la celulosa del algodón.

Para hacernos una pequeña idea de lo que ocurre con esta fibra cuando se merceriza, debemos imaginarnos una manguera como la que usan los bomberos pero sin agua. Ésta presentará una imagen totalmente plana, ¿verdad?
Pero si la llenamos de agua, el aspecto que tendrá es de forma totalmente cilíndrica. Así es como queda el hilo de algodón una vez ha sido mercerizado: HINCHADO, solo que en su interior no hay agua, sino que  hay un campo de vacío. Esta fibra hueca hace que se convierta en un gran absorbente de la humedad.

¿Qué es el Hilo de Escocia?

Cuando un hilo de algodón ha sufrido este proceso de mercerizado lo podemos denominar “HILO DE ESCOCIA”, ya que John Mercer era inglés con fuertes raíces escocesas.

La alta finura de las fibras del algodón Egipcio, unidas a una mercerización, asegura prendas muy resistentes, con colores intensos y un brillo en el tejido extraordinario (muy parecido al brillo de la seda natural). Además, presenta un tacto exquisito cuando está en contacto directo con la piel.

Las prendas realizadas con este tipo de materia y tejido son muy elásticas, transpirables, frescas y elegantes. Son una delicia para la piel y dotará de confort a las personas que las usen y sepan valorarlas.

En ZD, las prendas que tenemos confeccionadas con este material tan noble son los calzoncillos, los calcetines y las camisetas interiores.