Debido a la tecnología actual, lo que se hace y se puede llegar a hacer con las materias textiles era impensable pocos años atrás.

El algodón, la lana, el lino y la seda natural, entre muchas otras, se consideraban materias  nobles por excelencia. En cambio, las materias que provenían del mundo de la química no eran consideradas como tales.

Clasificación de las materias

Actualmente, el panorama cambia de forma radical, aunque la clasificación sigue siendo la misma:

• Las materias que parten del mundo natural, ya sean de procedencia vegetal, animal o mineral.
• Las materias que parten del mundo de la química, ya sean artificiales o sintéticas.
   

  ¿Qué entendemos por materias nobles?

  El concepto de materia noble ha cambiado mucho y coge términos diferentes. Es decir, que tanto puede ser noble una materia que proceda del mundo natural como del mundo de la química, pero también puede no serlo ninguna de las dos.

  Natural y noble ya no son sinónimos.

  Ejemplos con algunas de las materias nobles

  Si tomamos como ejemplo el algodón, que proviene del reino vegetal, puede darse el caso de que no sea noble. Esto podría ser porque ya sea porque parte de una semilla de mala calidad, de un cultivo en el lugar no adecuado por su propia climatología o fertilidad del terreno, por el uso exagerado de pesticidas y fertilizantes, por la utilización de grandes cantidades de agua en su cultivo y elaboración posterior, o por un mal proceso y poco cuidado en la hilatura textil.

  ¿Cuál va a ser entonces el resultado final?
  Pues que, aunque partamos de una fibra natural, la materia final que consigamos ya no sea noble.

  También puede darse el caso contrario, de que una materia que proceda de la química artificial llegue a considerarse materia noble. Sería debido a que se ha cuidado mucho su producción desde el inicio, reduciendo de forma sustancial la contaminación, el consumo de agua y el gasto energético.
  Es el caso de la soja, del modal (procedente del árbol de la haya) o del tencel (procedente del árbol del Eucalipto).

  Proceso y uso

  La calidad de los materiales empleados en este caso son de una exquisita selección, y los productos químicos que se utilizan parten de componentes que no dañan la piel humana ni el medio ambiente.
  No se usan ni pesticidas ni fertilizantes, por lo que no pueden dejar ningún residuo de ellos. Además, se reciclan ellos mismos constantemente, utilizándolos una y otra vez sin que se vierta nada en la naturaleza.

  El proceso de hilatura usa una alta tecnología gracias a la maquinaria actual que lo hace posible. Así, la materia final obtenida será una delicia para la piel humana, tanto por su tacto como por las propiedades que brinda. Además, la mayoría de estas materias llegan a enriquecer de tal manera que pueden dar abasto a las diferentes situaciones en las que se puede llegar a encontrar una persona.

  Algodones de fibra larga procedentes de Egipto (GIZA) o Perú (PIMA) que se caracterizan por ser tejidos suaves al tacto, brillo, de calidez y comodidad; algodones con cultivo orgánico; algodones mercerizados (Hilo de Escocia) que requieren de las fibras más exquisitas; todas son fibras nobles.

  Marcas reconocidas mundialmente que trabajan con una tecnología muy alta, tanto en sus hilaturas como en sus factorías, con fibras textiles como la soja, el modal o el tencel, cuidan todos los detalles a nivel humano, técnico y del medio ambiente; son fibras nobles.

  Y estas fibras nobles se caracterizan por su precio, que suele ser muy elevado en comparación con las demás fibras, pero hay que tener en cuenta que lo que obtendremos con este producto sobrepasará con creces el precio pagado.

  Elegancia, comodidad, suavidad, calidez, transpirabilidad, durabilidad, y mucho más. Eso obtendremos al elegir una prenda de vestir que parta de una materia noble, como las que confeccionamos en Zero Defects.