La confección de nuestros calcetines se basa en tres parámetros fundamentales: CALIDAD, CONFORT y DURABILIDAD. Cumpliendo estas tres premisas conseguimos unos calcetines únicos e inigualables.

Para que haya calidad, necesitamos abastecernos de las materias primas más nobles que existen en el mercado, que son estas tres: Algodón Egipcio mercerizado «Hilo de Escocia», Hilo de soja, y Lana extrafina merino.

Hilo de Escocia

El algodón se extrae de la semilla de la planta y la más apreciada es la “GOSSIPYUM BARBARENSE”. Esta semilla se cultiva desde tiempos muy remotos en una pequeña zona del norte del Perú La calidad del algodón cultivado en este territorio es excepcional y adopta la denominación de “PIMA”. Fue el año 1867 que el francés Jumel, viendo la extraordinaria calidad de este algodón, se llevó semillas a la tierra fértil de Egipto, adoptando la denominación de “Algodón Jumel”, hoy llamada también “GIZA”.

La excelente climatología de Egipto unida a la fertilidad de su tierra hará que esta semilla se convierta en el mejor algodón del mundo. Se caracteriza por tener las fibras extra largas, y por ser muy fino, suave, sedoso y resistente.

Ya en hilatura se realizarán operaciones de peinado, gaseado y mercerizado, que solo las mejores fibras largas y extra largas pueden permitir. Tras estos procesos podremos hablar de “Hilo de Escocia mercerizado”, que dotará a los calcetines de una gran resistencia. Además, al tratarse de un hilo mercerizado, sus colores serán muy intensos y sólidos, y absorberán totalmente la humedad del pie.

Hilo de soja

Nuestra línea de calcetines confeccionados con hilo de soja es inigualable. Es el único hilo obtenido mediante proteína vegetal. Es 100% biodegradable, 100% reciclable y 100% ecológico, ya que su materia es completamente orgánica y no daña el medio ambiente.

Al ser una fibra hueca, nuestros calcetines realizados con soja absorben rápidamente la humedad corporal del pie, lo cual proporciona un secado ultra rápido, por lo que la persona se encuentra siempre con el pie seco e hidratado. Además, por si esto fuera poco, estos calcetines tienen propiedades termorreguladoras debido a su tasa de transmisión de humedad.

Lana extrafina merino

Nuestros calcetines fabricados con “Lana merino” son de una calidad extraordinaria. Están realizados con fibras de lana de las mejores ovejas merinas procedentes de Australia y de Nueva Zelanda.

La característica principal de esta lana Merino es la finura de sus fibras, la cual se mide en micras. Cuanto más finas sean, más cortas serán y por consiguiente más suaves, flexibles y elásticas. Muchas personas son alérgicas a la lana convencional debido al grosor y largura de sus fibras, produciendo, en muchos casos, picor e irritación en la piel. Este no es el caso de la Lana Merino, ya que no produce ningún tipo de incomodidad al contacto con el pie, sino que éste se sentirá envuelto en un gran confort.

Estos calcetines tienen un tacto muy sedoso que proporciona una gran delicadeza a la piel.

Además, la lana tiene un gran poder de absorción de la humedad, es capaz de retener un 50% de su propio peso de agua.

Estos calcetines son transpirables y termo-regulables. En épocas de frío, sus cápsulas atrapan el calor del cuerpo manteniendo el pie siempre caliente. Y en días de calor, la humedad retenida en dichas cápsulas actúan transportándola al cuerpo, manteniéndolo fresco y seco. Además, carecen y repelen la electricidad estática.

Elastán Lycra

Todos nuestros calcetines son completamente elásticos, y para ello llevan una pequeña cantidad de elastán en su composición. Existen muchas marcas en el mercado, pero la pionera sigue siendo la marca “Lycra”, la cual es capaz de extender 600 veces su valor inicial y recuperar rápidamente su forma.

Todo a punto para empezar la confección del calcetín

Una vez disponemos de las materias primas que van a caracterizar cada una de nuestras tres líneas de calcetines, ya podemos entrar en la sala de tejeduría.

Las máquinas que tejen estos calcetines son máquinas circulares de pequeño diámetro. Debido a la finura de nuestros calcetines, estas máquinas tienen galgas muy finas, las cuales se caracterizan por tener una gran cantidad de agujas, concretamente 216.
El calcetín se confecciona en estas máquinas paso a paso, desde la puntera, pasando por el talón y hasta llegar al puño. Es la propia máquina la que hace la costura de remallado, punto por punto.

Todas las materias que intervienen son en crudo, es decir, que los calcetines cuando se tejen no tienen ningún color, solo el propio de la materia prima.

Una vez calcetín está confeccionado, el siguiente paso es un repaso manual para poder detectar cualquier incidencia de materia, tejeduría o de remallado.

El vaporado será la siguiente operación. Éste comprimirá las pasadas del calcetín dotándolo ya de su medida real, la cual será fijada mediante una operación de termo-fijado con calor y vapor.

Ahora llega el momento de dar color el calcetín. Las tinturas son realizadas con los mejores productos naturales y que no perjudican el medio ambiente ni a las personas. Colores sólidos y de moda darán identidad a nuestros calcetines.

El siguiente paso es un segundo repasado, también de forma manual, para que el calcetín no tenga ningún defecto y pueda ya estar listo para el planchado final.

Aparejar los calcetines, poner el caballete, doblarlos y ponerlos cada uno en su caja, es el toque final para que el calcetín éste completamente confeccionado y pueda entrar en nuestro almacén de productos acabados, estando ya disponible para nuestros clientes.

¿Qué es el remallado punto por punto?

El remallado punto por punto es una costura de cierre de la puntera del calcetín. Es algo que los expertos en calcetines saben valorar y mucho. No obstante, son muchas las personas que desconocen esta excelencia, que solo los calcetines de calidad incorporan. Me gustaría explicar en qué consiste este tipo de remallado.

Cuando los calcetines salen de la máquina de tejeduría presentan dos orificios, uno es el del puño y otro el de la puntera. El primero es el que nos permitirá introducir el calcetín por nuestro pie y recorrer nuestra pierna hasta la altura correspondiente (según se trate de un calcetín largo o corto); más el segundo orificio (el que se corresponde a la puntera) deberemos cerrarlo mediante un tipo de cosido. Son dos las formas de cerrar esta abertura, una es con una costura que coserá uniendo ambas partes sin más, lo cual generará una costura gruesa y molesta para la gran mayoría de personas, y la otra es mediante lo que se llama REMALLADO PUNTO POR PUNTO.

Este tipo de remallado es el más valorado, ya que no se percibe ningún tipo de costura y se ve como una continuación perfecta del calcetín. Este tipo de costura evita ningún tipo de rozadura con el pie, lo cual lo dota de una gran comodidad.

El remallado punto por punto consiste en unir cada punto de la abertura de arriba con cada punto de la abertura de abajo y se tienen que corresponder cada uno en su misma línea, ya que de no ser así, cada punto que no coincida será el origen de una carrera en el tejido.

Desde no hace muchos años esta operación se hacia manualmente mediante una máquina llamada “remallosa”. La operaría que trabajaba con este tipo de máquina se llamaba remalladora y era la encargada de unir estos dos puntos, el de arriba con el de abajo, en una corona circular llena de agujas. Cuanto más fino era el calcetín, más finas también eran las agujas de esta corona. Resultaba una operación muy delicada y altamente costosa, y requería de gran destreza por parte de la operaria y de una visión perfecta, lo que ocasionaba la mayoría de las veces y con el paso de los años, una pérdida importante de visión.

Gracias a la tecnología actual las máquinas que tejen el calcetín llevan incorporado un anexo en la propia máquina que hace, ella misma, esta operación de remallado punto por punto. Es exactamente igual que lo descrito anteriormente, salvo que ya no es una persona la que hace este trabajo, si no que es la propia máquina de tejer.

Nosotros hace ya unos cuantos años que optamos por este nuevo sistema de remallado punto por punto y nuestras máquinas de tisaje fueron sustituidas por las de nueva generación.

Refuerzos en el calcetín

El calcetín es una de las prendas que usamos que sufre mayor desgaste debido a su rozadura constante con el zapato.

A parte de tejer el calcetín con hilos que ofrezcan una gran resistencia a la abrasión y a los roces deberemos saber añadir protecciones a las zonas más delicadas y con roce más continuo. Los puntos más débiles del calcetín en este aspecto son la planta del pie, principalmente en la zona de la puntera y la del talón, y también la zona donde termina el zapato en el propio talón.

También es delicada toda la zona de la puntera, por la parte de arriba del pie, ya que es donde se encuentran los dedos y uñas que friccionarán permanentemente con el calcetín.

En las tres líneas que trabajamos nuestros calcetines, estos se confeccionan de tal manera que aseguran que cada una de estas tres materias nobles sean las que estén en contacto directo con la piel del pie y la pierna. Estas fibras no tienen la resistencia suficiente para aguantar la fricción del zapato en las zonas de más rozadura, por lo que los calcetines van dotados de unos refuerzos en la parte externa (la que está en contacto con el zapato) con unos hilos realizados con poliamida, ya que esta materia ofrece una gran resistencia a la abrasión.

En las zonas de mayor rozadura llevan mayor cantidad de protección, en las zonas intermedias, donde la rozadura es menor, llevan menor cantidad y en los lugares donde no hay rozadura con el zapato no llevan ninguna protección especial.