Para algunas personas esta pregunta puede parecer muy obvia, pero la gran mayoría, en el momento en que entran en una tienda y ven un calzoncillo que les gusta, lo compran, se lo llevan a casa y lo usan, pero desconocen todo el mundo de confección que hay detrás.

Y esto es lo que os vamos a explicar hoy.

¿De dónde nace esta prenda de ropa interior que hoy me he comprado y que tan bien me siento con ella?

Todo empieza en la empresa fabricante con la selección de materias nobles que darán origen al tejido con el que vamos a confeccionar este calzoncillo, ya sea boxer o slip.

Todos sabemos que si queremos cocinar una paella de arroz, por ejemplo, una de las bases para que nos salga perfecta será el saber elegir bien los productos y que sean de buena calidad, ¿no? Pues lo mismo ocurre con nuestro calzoncillo. Así que debemos elegir bien las materias con las que vamos a trabajar.

¿Cuál es el primer paso?

El proceso empieza escogiendo unos hilos de una calidad extraordinaria, provenientes de materias primas nobles trabajadas en una hilatura con una tecnología muy alta, la cual convertirá las mejores fibras en hilos de gran excelencia de los cuales, después de pasar por una buena sala de tisaje, saldrán unos tejidos de alta calidad.

Estos, a su vez, serán llevados a la sala de tintes y acabados, donde usan productos no agresivos para el medio ambiente ni para las personas, y que cumplen todos los requisitos exigidos en las normativas vigentes; proporcionando además distintos colores y texturas.

Una vez tenemos el tejido repasado y listo, siempre y cuando no se observe ningún error, procedemos al corte del mismo, que se hace de forma manual.Se extiende el tejido por capas formando un colchón, se colocan encima los patrones de las diferentes piezas que formarán las partes del calzoncillo, y se cortan con una sierra de cinta vertical.

¿Y luego qué?

Después se cortan los collarines que forraran las gomas de la cintura y de las perneras a través de una máquina de cortar collarines de tira, y ya tendremos el corte realizado. Eso significa que la prenda está a punto de entrar en la sala de confección.

La confección no es sencilla, ya que es un tejido dotado de una gran elasticidad y finura, pero las personas que lo van a trabajar son profesionales y pondrán todo su empeño y cariño para que la prenda quede perfecta.

La misión de las operarias que cosen el calzoncillo es la de ir ensamblando las distintas partes de la prenda a través de las costuras que lo irán uniendo. Para ello harán falta pasar por ocho máquinas de confección distintas (overlocks, tiras, repuntes, recubridoras, bordadoras, etc.).

Poco a poco la prenda irá cogiendo forma. En la fase final de confección se cosen las etiquetas de las tallas, instrucciones de lavado, composiciones y anagramas, y finalmente el bordado “ZD”.

Si todo el proceso explicado es manual y complicado, el paso siguiente se lleva la palma; las costuras del calzoncillo tienen que quedar planas y para ello se necesita una persona que las vaya abriendo manualmente y una por una, cosa que requiere mucha paciencia. Aun así, vale la pena porque el resultado es extraordinario.

Y por último, la fase final es la de repasar la prenda paso por paso, comprobando que no tenga ningún defecto y llevándola al laboratorio para realizar las pruebas finales.

Luego se plancha y se encaja el calzoncillo, dejándolo así listo para su comercialización posterior.
Y allí lo encontraran ustedes, disponible para su uso y disfrute, y gozando de toda la comodidad y bienestar posibles.